domingo, 30 de junio de 2013

El rastro de Menandro

Si prestamos atención a la obra observaremos que, realmente, el final está cimentado sobre un enredo, un engaño, un plan maquinado por el esclavo Daos para conseguir librar a la chica del viejo y avaro Esmícrines.

En su momento me pareció que esto podría ser un claro precedente de las comedias de enredos, las farsas características de los Siglos de Oro. Podemos poner como ejemplo la obra El perro del Hortelano, de Lope de Vega. En ella, el final se cimenta sobre un engaño del criado de Teodoro, Tristán (que, por cierto, representa la figura típica del gracioso del teatro barroco, la cual podría ser una evolución del esclavo clásico), que se las ingenia para hacer creer a los demás que Teodoro es el hijo perdido del Conde Ludovico, por lo tanto ascendería en la escala social y podría casarse con la condesa Diana. Esto también, todo hay que decirlo, beneficia al propio Tristán, puesto que dejaría de servir a un secretario para servir a un conde.

¿Qué os parece? ¿Creéis que puede ser un precedente de estas comedias?

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